Y no todo es como creíamos...

Un estudio acaba con el mito de que fue una persona homosexual quien introdujo el SIDA en los Estados Unidos.

En 1982, Darrow, un sociólogo perteneciente al CDC (centro para el control y prevención de enfermedades), sospechaba que el sarcoma de Kaposi (un tipo de cáncer muy común entre la gente homosexual), estaba causado por una complicación de la infección por VIH.

A raíz de que llegaran 3 hombres (con sarcoma de Kaposi) alegando que habían tenido relaciones sexuales con un mismo azafato, y tras varios estudios, vincularon definitivamente el VIH con la actividad sexual. Por ciertas confusiones, los medios divulgaron que el azafato había sido quien había introducido el VIH en EEUU y lo denominaron paciente 0.

Sin embargo, años más tarde se descubrió que el virus del VIH llevaba circulando por Norteamérica desde mucho antes y que había llegado a través de los caribeños provenientes de África. Richard McKay, historiador de la Universidad de Cambridge, defiende que el virus entró en América más de una vez, por lo que cabría decir que hubo más de un paciente cero.

Mckay y Michael Worobey, llevaron a cabo un estudio en el que examinaron unas 2000 muestras de suero que fueron recogidas entre 1978 y 1979 pertenecientes a hombres homosexuales. Encontraron 3 casos en San Francisco y 5 en Nueva York en los secuenciaron el VIH. Se dieron cuenta de que las cepas encontradas eran similares a las del Caribe, aunque presentaban ciertas diferencias estableciendo así que el VIH había ido mutando desde 1970.

Teniendo en cuenta que entonces no se sabía que el virus tenía un periodo de latencia de hasta unos 10 años,  en los últimos estudios se ha visto que se precipitaron al sacar conclusiones acerca del VIH. Anthony Fauci (director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas en Bethesda, Maryland) establece que en el tema de enfermedades, siempre se busca un culpable y que en esa época fue muy fácil dirigir la ira hacia un homosexual promiscuo.

Este estudio es un claro ejemplo de que es muy difícil, científica y éticamente hablando, identificar un paciente cero. 

Si os ha parecido interesante el artículo, podéis consultarlo en http://nature.com/news/hiv-s-patient-zero-exonerated-1.20877